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LOS PUERTOS GRISES

Víctor Heredia

Víctor Heredia

Víctor Heredia nació en Buenos Aires en 1947. Estudió en la Facultad de Filosofía y Letras de la U.B.A, pero luego se dedicó a su carrera como músico y compositor. Ha recibido innumerables premios y distinciones a lo largo de más de treinta años como artista. Sus canciones están grabadas en la conciencia popular y han servido en muchos casos como estandartes de las luchas populares de los pueblos. Durante la dictadura militar sufrió la persecución personal y familiar, y su obra fue censurada. Fue distinguido en 1996 con el premio Konex de Platino como el mejor compositor de la década. Su actividad, siempre comprometida con lo social, lo llevó a ser miembro fundador del “Llamamiento de los cien para seguir viviendo”, integrante del consejo asesor del “Congreso Pedagógico Nacional”, miembro del consejo de presidencia de la “Asamblea Permanente por los Derechos Humanos”, de la comisión “Los niños primero” de UNICEF, y de la “Fundación para la libre información”.

Todavía cantamos

Todavía cantamos,
todavía pedimos,
todavía soñamos,
todavía esperamos,
a pesar de los golpes
que asestó en nuestras vidas
el ingenio del odio
desterrando al olvido
a nuestros seres queridos.

Todavía cantamos,
todavía pedimos,
todavía soñamos,
todavía esperamos;
que nos digan adónde
han escondido las flores
que aromaron las calles
persiguiendo un destino
¿Dónde, dónde se han ido?

Todavía cantamos,
todavía pedimos,
todavía soñamos,
todavía esperamos;
que nos den la esperanza
de saber que es posible
que el jardín se ilumine
con las risas y el canto
de los que amamos tanto.

Todavía cantamos,
todavía pedimos,
todavía soñamos,
todavía esperamos;
por un día distinto
sin apremios ni ayuno
sin temor y sin llanto,
porque vuelvan al nido
nuestros seres queridos.

Todavía cantamos,
todavía pedimos,
todavía soñamos,
todavía esperamos...
.
Aquellos soldaditos de plomo
.
De pequeño yo tenía
un marcado sentimiento armamentista;
tanques de lata, de cromo y níquel
y unos graciosos reservistas de plomo,
a mano pintados, con morriones colorados
que eran toda una delicia para mi mente infantil...
Yo me creía
-como creía en el honor del paso del batallón
dentro de mi habitación-
que era todo un general dirigiendo la batalla,
y el humo de la metralla acunaba mi pasión
por los gloriosos soldados que, sable en mano avanzaban
sobre aquel cruel invasor que atacaba mi nación...
Sangre de entonces, sangre vertida,
toda mi niñez vencida por el tiempo que pasó.
De las banderas, sólo jirones;
de los morriones empenachados,
sólo un recuerdo desmadejado de dolor...
¿Qué nos pasó, cómo ha pasado?
¿Qué traidor nos ha robado la ilusión del corazón?
Creo que quiero cerrar los ojos
para no ver los despojos
de lo que tanto amaba entonces.
Que vuelva a bruñir el bronce,
que se limpien las banderas;
quiero ver filas enteras de soldados desfilando
y todo un pueblo cantando con renovada pasión.
Quiero de nuevo el honor
aunque no existan victorias,
quiero llorar con la gloria de una marcha militar,
y un banderín agitar,
frente a un ejército popular...
.
Míralo de este modo
.
Te acompleja la muchedumbre,
te preocupa lo que dirán;
hay más piedras en el camino
que las que podrías contar,
pero ahora tienes la fuerza
que te ha dado tu propia voz,
somos muchos sobre la tierra,
muchos hombres en pos del sol.

Míralo de este modo:
todos juntos podemos cantar.
Míralo de este modo:
sopla un viento de libertad.
Míralo de este modo:
si te acercas seremos más;
uno más uno siempre
ha sido fácil para sumar.

Tantos años bajo la tierra,
tantos años buscando el sol
que ilumine nuestro destino,
que acaricie nuestra canción.

Pero ahora vamos andando
nuestro canto resistirá;
paso a paso por el camino
la alegría renacerá.
.
Nada sé de la muerte
.
Nada sé de la muerte
me interesa la vida,
aunque a veces me roce
con su mano tendida
la parábola extraña
de una hoja caída.
Son retazos del tiempo
que se empeña en su oficio
de pasar como el viento
susurrando a mi oído
que este día infinito
se desploma marchito.
Y aunque sea un instante
de dolor desmedido
este paso anhelante
por el mundo y su olvido,
pasaré como el toro
con los ojos bravíos.

No conozco otro modo
de ganar lo que es mío.

Porque de esta manera
soy un hombre más vivo,
huelo la primavera
y oigo cantar al río.
Quiero sólo lo nuestro
lo que es justo y debido;
para eso peleo
para eso he nacido.
Quiero sólo lo nuestro
lo que es justo y debido;
para eso peleo,
para eso he nacido.
.
Ahora, imagínalo
.
Como será nuestro futuro
me he preguntado una vez más,
mirando el turbio desayuno
que siempre tomo al despertar.

E imaginé que será hermoso
como un niño al caminar,
como una flor que despereza
su color en libertad.

Imagínalo, imagínalo.

Habrá palabras nunca dichas
y dicha en nuestro corazón,
lejos del mundo la malicia
será un recuerdo sin valor.
No habrá traidor ni traicionados
ni traición que soportar,
el asesino habrá perdido
su razón para matar.

Imagínalo, imagínalo.

Regresarán nuestros amigos
y cantarán alrededor,
y ya no habrá necios castigos
ni quien censure nuestro amor.
No necesito un camino
ni pensar adónde ir,
ya que el futuro que imagino
lo imagino en mi país.

Imagínalo, imagínalo.

Ojos de cielo. 

Si yo miro el fondo de tus ojos tiernos
se me borra el mundo con todo su infierno.
Se me borra el mundo y descubro el cielo
cuando me zambullo en tus ojos tiernos.

Ojos de cielo, ojos de cielo,
no me abandones en pleno vuelo.
Ojos de cielo, ojos de cielo,
toda mi vida por ese sueño.

Ojos de cielo, ojos de cielo...
Ojos de cielo, ojos de cielo...

Si yo me olvidara de lo verdadero,
si yo me alejara de lo más sincero,
tus ojos de cielo me lo recordaran,
si yo me alejara de lo verdadero.

Ojos de cielo, ojos de cielo,
no me abandones en pleno vuelo.
Ojos de cielo, ojos de cielo,
toda mi vida por ese sueño.

Ojos de cielo, ojos de cielo...
Ojos de cielo, ojos de cielo...

Si el sol que me alumbra se apagara un día
y una noche oscura ganara mi vida,
tus ojos de cielo me iluminarían,
tus ojos sinceros, mi camino y guía.

Ojos de cielo, ojos de cielo,
no me abandones en pleno vuelo.
Ojos de cielo, ojos de cielo,
toda mi vida por ese sueño.

Ojos de cielo, ojos de cielo...
Ojos de cielo, ojos de cielo...

Sobreviviendo

Me preguntaron cómo vivía, me preguntaron;
sobreviviendo, dije, sobreviviendo.


Tengo un poema escrito más de mil veces,
en él repito siempre que mientras alguien
proponga muerte sobre esta tierra
y se fabriquen armas para la guerra
yo pisaré estos campos sobreviviendo.


Todos frente al peligro, sobreviviendo,
tristes y errantes hombres sobreviviendo.


Sobreviviendo...sobreviviendo...


Hace tiempo no río como hace tiempo
y eso que yo reía como un jilguero,
tengo cierta memoria que me lastima
y no puedo olvidarme lo de Hiroshima.


Cuánta tragedia sobre esta tierra,
hoy que quiero reírme apenas si puedo,
ya no tengo la risa como un jilguero,
ni la paz de los pinos del mes de enero;
ando por este mundo sobreviviendo.


Sobreviviendo...sobreviviendo


Ya no quiero ser sólo un sobreviviente,
quiero elegir el día para mi muerte.
Tengo la carne joven, roja la sangre,
la dentadura buena y mi esperma urgente,
quiero la vida de mi simiente.


No quiero ver un día manifestando
por la paz en el mundo a los animales,
cómo me reiría ese loco día,
ellos manifestándose por la vida
y nosotros apenas sobreviviendo...


Sobreviviendo...sobreviviendo...  

Informe de situación

Paso a detallar a continuación
el suscinto informe que usted demandó;
duele a mi persona tener que expresar
que aquí no ha quedado casi nada en pie.

Mas no desespere, le quiero aclarar
que –aunque el daño es grave -

bien pudiera ser
que podamos salvar
todo el trigo joven,
si actuamos con fe
y celeridad.


Parece ser que el temporal
trajo también la calamidad
de cierto tipo de langosta,
que come en grande y a nuestra costa
y de punta a punta del país
se han deglutido todo el maíz.


A los manzanos se los ve
cayendo antes de florecer,
se agusanaron los tomates,
y a las verduras, por más que trate,
ya no hay manera de hacerles bien...


Ya no sé qué hacer
ni tengo con quién.


La gente duda en empezar
la tarea dura de cosechar,
lo poco que queda se va a perder
si, como le dije, no ponemos fe
y celeridad.


Y entre los males y los desmanes
hay cierta gente que – ya se sabe -,
saca provecho de la ocasión;
comprando a uno lo que vale dos
y, haciendo abuso de autoridad,
se llevan hasta la integridad.


Suscribo nombre y apellido
y ruego a usted tome partido
para intentar una solución,
que bien podría ser la unión
de los que aún estamos vivos
para torcer nuestro destino...


Saluda a Ud. un servidor.
  

3 comentarios

OSCAR SOLANO -

Recuerdo que en secundaria estudiamos un poema cuyo autor no recuerdo pero creo que es ANTONIO MACHADO.
Se que el poema de Joan Manuel Serrat:" Esos locos bajitos" es basado en ese. Quisiera encontrar ese poema original en donde se evoca la sencillez de los ninos, que lloran sin razon aparente... y ademas menciona la frase : "Esos pequenos bajitos" o "esos locos bajitos"



Gracias de antemano por su ayuda.





Su ANTOLOGIA POETICA ES MARAVILLOSA.


Siendo yo mismo un escritor de poemas y canciones, aprecio mucho su esfuerzo. Asi que adelante.




Perdon por la falta de acentos ortograficos. Por el momento no he apartado tiempo para programar mi computadora para ese fin.

ana belen rodriguez -

por que no me contas sobre tu hermana que le paso?

ana belen rodriguez -

fuiste a la carcel por tus canciones
o por que
rodriguez ana belen
13 años